Estamos de acuerdo con Freud en cuanto a la forma de ayudar a las personas: hacer revivir el evento original causador del trauma que produce el sufrimiento presente. Creemos que muchos problemas tienen sus raíces en existencias pasadas y que esas existencias poseen traumas que comprometen la vida actual del individuo. Los problemas que actualmente poseen las personas se originan en factores subconscientes, en la mayoría de las veces, en hechos ya totalmente olvidados.
El elemento causante de estos problemas está profundamente “sepultado en la mente del paciente” y puede ser, a veces, “un sentimiento o actitud de naturaleza opuesta a la manera con la cual la persona siente – o piensa que siente – a nivel consciente”. (Fiore,sd, p.10)
La TRI está construyendo su propio cuerpo teórico y técnico, basado en las evidencias de los hechos vividos, sacados a la luz en el trabajo realizado en los pacientes, sin que importe atestar la veracidad o no de la eternidad del ser o de otras existencias, solamente admitiendo que esa realidad puede ser una creación mental o una fantasía por parte del paciente. Es como dice Van Auken (1997, p 109):
“Es difícil determinar – y de hecho esto no es importante- si son indicaciones de una encarnación anterior del alma, o sencillamente indicaciones de que el alma preexistió, aunque, quizás, no encarnada. Las imágenes son expresiones verdaderas del inconsciente y, solo por eso, ya son válidas.”
Si aceptamos que algunos de nuestros sufrimientos y conflictos actuales son consecuencia de nuestras acciones en el pasado y que, al revivir el pasado de esta o de otra vida estaremos descargando nuestras emociones, comprendiendo nuestra vida de hoy, liberándonos de los nudos de este pasado, estaremos devolviéndonos la paz, la felicidad, el equilibrio y la armonía. Es este el mayor objetivo de la TRI: devolver al hombre su equilibrio para que pueda planear un futuro mejor para sí y, como atestiguan los autores de la TRI, ésta es su función.
Pretendemos con este trabajo estimular la producción de otras obras, estudios e investigaciones científicas en el campo de la regresión de la memoria, saliendo del campo teológico o religioso.
Creemos realmente que podremos transformar y dar una gran contribución a la psicología si desarrollamos una postura científica frente a la TRI y trabajamos como un “todo” integrado y organizado.
Consideramos que la TRI es una conquista de la psicología y para la psicología, pues rescata, extiende, profundiza, complementa, ratifica e integra conceptos y técnicas adoptadas por distintas corrientes psicológicas.
Rescata el concepto de catarsis que fue utilizado por Freud en los comienzos de su carrera. Utiliza el concepto de complejo e individualización de Jung. De la psicosíntesis ratifica las hipótesis de la existencia del alma y su evolución. Amplia y profundiza los conceptos bernianos al buscar a través de sus técnicas, las decisiones del “script” en situaciones traumáticas vivenciadas por el ser en otras existencias.
Con la utilización de los conceptos y de las técnicas de la terapia cognitiva se pueden en TRI, identificar más fácilmente las creencias disfuncionales o palabras-clave (Netherton, 1997), llegar al núcleo del complejo (Jung), promover la catarsis y realizar la reprogramación del “scritp” de la vida, lo que exige la construcción de creencias que sean funcionales.
Las técnicas del psicodrama, de la bioenergética y de la gestalt-terapia son utilizadas por la TRI en la realización de la inducción para la regresión, en el trabajo catártico y en el proceso de reprogramación del paciente.
Así como la terapia existencial, la TRI considera al hombre un ser responsable, un ser de posibilidades, pues es un ser abierto al mundo y a sus posibilidades de elección, y cree que el proceso psicoterápico no puede alterar el pasado, pero puede alterar el significado del pasado para la persona.
La TRI concuerda con la terapia rogeriana en la medida en que cree que “los individuos poseen dentro de sí muchos recursos para la auto comprensión y para la modificación de su auto conceptos, de sus actitudes y de su comportamiento autónomo” (Rogers, 1983, p38); así, el psicoterapeuta desempeña el rol de orientador y propicia la liberación de las capacidades que el paciente posee y que están en estado latentes. Se diferencia de la terapia transpersonal en el sentido de que no utiliza directamente los conceptos y técnicas de la filosofía oriental.
En el método empleado por el Dr. Joao Talaier no se utiliza la hipnosis, método más conocido en el mundo occidental, entendiendo que este método es demasiado dirigido y difícilmente permite alcanzar el objetivo principal, es decir, la reunificación del ser. La técnica que se utiliza se parece más a una relajación acoplada a técnicas de sugestión; esto lleva al paciente a un estado que le permite desde un primer momento volver al pasado. Desde ahí conectamos el subconsciente sin desconectar el consciente, permitiendo percibir los vínculos entre el presente y el pasado.
Creemos que todos los modelos psicológicos creados hasta el momento presente poseen el mismo objetivo: el de prestar auxilio al ser humano para que pueda tener más conocimiento de sí mismo, del otro y del mundo que le rodea, logrando con esto desarrollar una mejor calidad de vida.