Este tema ha despertado el interés de médicos, psiquiatras y terapeutas. Actualmente es cada vez mayor el número de personas que buscan respuestas a comportamientos, actitudes y síntomas inexplicables que comprometen la convivencia, el bienestar y el equilibrio del ser humano.
Con el uso de técnicas seguras, supervisadas por profesionales especializados, uno puede recordar el pasado y a través de ello conocer los motivos que generan su problema.
La Terapia Regresiva Integral (TRI), además de ser un tratamiento para el alivio de fobias, depresión, síndrome de pánico, ansiedad y problemas físicos, entre otros, encierra en sí el autoconocimiento, la búsqueda del “yo” interior ( self), pues el ser humano encuentra en su pasado la causa, el origen de sus problemas, sus relaciones de afecto, sus decepciones, sus enfermedades.
La Terapia Regresiva llega a la dimensión más profunda de las fobias y, en la confidencialidad de la consulta, el sufrimiento puede aflorar y ser liberado.
Ante su auto concienciación, el paciente adquiere las herramientas necesarias para romper patrones negativos, comprender limitaciones y ampliar las posibilidades familiares, profesionales y sociales. Así se encuentra el equilibrio indispensable para la salud mental, física y emocional.
En la Terapia Regresiva Integral podemos “volver al pasado”, lo que es sencillamente una forma de lenguaje, ya que aunque podamos dirigirnos al futuro, todavía permanecemos continuamente en el presente. Con la regresión al pasado queremos decir: contactar con el pasado que llevamos con nosotros. No volvemos a experiencias pasadas ni a vidas pasadas, sino al pasado retenido que llevamos en nuestro interior. Durante la terapia, retrocedemos a cosas del pasado que interfieren en el presente.
Llevamos con nosotros un pasado problemático lleno de sombras o de aspectos sin resolver. En una regresión terapéutica se asume un hecho traumático cuando éste es identificado, revivido e integrado, siendo ésta la única manera en que uno puede liberarse del trauma que dejará de hacernos daños. Durante todos estos años, había algo no asimilado en nuestra psique, que casi siempre iba asociado a una manifestación somática; la regresión permite asimilarlo y resolverlo.